El cocimiento de maíz no es solo una bebida caliente: es un conjunto de componentes naturales que ayudan a mantener la ligereza, la energía y el confort interno después de los 60 años. Es ideal para quienes buscan un apoyo suave para corazón, riñones y digestión sin recurrir a medicamentos.
¿Por qué tomar el cocimiento?
- Elimina el exceso de líquidos, reduciendo edemas en piernas y rostro.
- Fortalece los túbulos renales gracias a los pectinas y sales naturales.
- Suaviza las vibraciones de las paredes arteriales, contribuyendo a una presión estable.
“Los edemas desaparecen gradualmente y la sensación de ligereza perdura”, comentan quienes incorporan el cocimiento en su ritual matutino.
Impacto en la digestión
- Restablece la motilidad intestinal y alivia el estreñimiento.
- Reduce la pesadez estomacal tras comidas copiosas.
- Optimiza la absorción de nutrientes mediante la liberación gradual de oligoelementos.
Vitaminas y oligoelementos
- Potasio y magnesio: regulan el equilibrio hidroeléctrico.
- Vitaminas del grupo B: apoyan el sistema nervioso y el metabolismo energético.
- Luteína y zeaxantina: preservan la agudeza visual y protegen la retina.
Recomendaciones de consumo
- Por la mañana: 150 ml, 20 minutos antes del desayuno para activar el metabolismo.
- Por la noche: 150 ml, 30 minutos antes de la cena para apoyar la función renal y reducir edemas nocturnos.
- Para aumentar el efecto, añade una ramita de menta o una rodaja de limón.
El cocimiento de maíz es una forma accesible y segura de cuidarse en la madurez. Su acción suave sobre órganos y sistemas ayuda a conservar la actividad, la salud y el bienestar durante muchos años.